Por Delia Cervantes
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03 dic, 2022
La Navidad es una época en la que nuestro hogar se transforma. Dejamos a un lado los rencores, sacamos nuestra mejor actitud. Y es que por mucho que quieran quitarnos el espíritu navideño con el consumismo, nosotras sabemos que la Navidad es nuestra escusa perfecta para ese detalle, con ese familiar, o ese amigo que siempre está. Transformamos nuestro hogar en un refugio de sentimientos puros. Porque aunque después volvamos a la "normalidad" sabemos que no es una farsa en este presente, nuestro sentimiento de ahora es real. En fin, mi espíritu navideño empieza cuando acaba la locura del 31 de octubre. Ya pensando en qué y como hacer para sorprender. Os contaré una anécdota. Cuando era niña, en mi casa, se montaba unos pesebres enormes. Con arena, un riachuelo, para las lavanderas y pescadores, pozo, granero, patos, perro, no sé un montón de personajes que se "acercaban" cada día al establo donde María daba a luz a Jesús. La cosa está en que mis hermanos y yo, yo soy la pequeña, nos rifábamos quien sacaba al niño de su escondite. Porque sí, señores, nuestro bebé Jesús, no salía a la luz hasta el día 25 de diciembre, y obvio era motivo para que los tres quisiéramos hacerlo. Qué tiempos aquellos. Hoy en día mi pesebre se monta en 1 minuto y suele ser un nacimiento sencillo, aunque cada día va mejorando. Los tipos de vivienda, los tipos de familia, todo va cambiando y evolucionando. A mí me encantaría fabricar un pesebre que ocupara toda la pared del fondo del comedor, pero con un gato, es complicado. También pienso en ponerlo en un terrario, pero no me da tiempo, así que si te pasa como a mí que vives frenéticamente estás fechas y te gustaría tener una decoración digna de tus sentimientos, te traigo unos cuantos ejemplos DIY de pesebres para que puedas ir empezando a crear tu tradición familiar.